Nació Julia !!! 2018!

Hola Frida y Eva! Como están? Les escribo después de 1 mes y 5 días mi relato de parto.
Reconciliarme con mi trabajo de parto no fue fácil. Después de un embarazo sin ninguna complicación lo menos que iba a imaginar era que el final no sea el que yo deseaba. Me equivoco! La belleza que duerme al lado mío supera diez mil veces lo que imaginaba pero reflexionando un poco sobre el parto me di cuenta que se jugó parte de mi Ego y de mi realización personal frente al tan deseoso Parto Natural que no pudo ser.

Desde las primeras clases de Frida hasta la última estaba tranquila de que venga lo que venga y sea como sea lo iba a aceptar así pero lo que no tenía idea es que en el momento del trabajo de parto iba a soltar las riendas y perder el control de mi cuerpo completamente, me pasó por encima. Lo único que me conectaba con algo eran las Ooooo de mi pareja que las sostuvo hasta el final.

Todo empezó a las 17hs del viernes 19 de octubre cuando salimos a caminar con mi mamá para ayudar a “encajar” a la bebe. En el medio de la caminata empezaron las contracciones pero valientemente seguí caminando porque pensé “todavía falta”. Volvimos a casa parando cada 4 pasos porque las contracciones eran muy fuertes. Todo el camino haciendo la Ooooo. Me agarraba de todo lo que encontraba en el camino. Entonces me metí en la bañera y me tome un sertal y seguí haciendo las Ooooo. Llame a Maxi para que venga y pensé “todavía falta”. Recién a las 00am decidimos ir a la guardia del Cemic. Y en la guardia me dijeron que estaba con 4 de dilatación pero “todavía falta”. A esa altura el dolor se apoderó completamente de mí pero sobre todo me agarró mucho miedo. Sentí que no estaba preparada para parir y eso me jugo en contra. Después de que el médico de guardia dude una hora sobre si internarme o no, vino la enfermera a ponerme el suero para llevarme a la sala de partos. Y me puso el suero como el culo, me dolía me molestaba, me incomodaba. Ya van 2.recomendaciones: 1- ir preparada mentalmente y con el menor miedo posible. Fuerte y empoderada! . 2- que te pongan bien el suero para mover el brazo sin problema.

Llegamos entonces a la sala de parto y desde las 2am hasta las 6am estuve bajo la ducha caliente haciendo las ooooo. Recién a las 6am había llegado a 6 de dilatación y me preguntaron si quería que me rompan la bolsa porque sino no podían ponerme la epidural. Uno de mis pensamientos era que mi “umbral del dolor” era muy bajo porque realmente las contracciones no podía soportarlas más. Entonces me rompieron la bolsa y ahi si que se desató la tormenta del dolor, las contracciones se hicieron cada vez más intensas. Estaba muy asustada. Las anestesistas tardaron mucho en llegar y cuando finalmente me la pusieron empecé a temblar sin parar (algo que tampoco sabía, la epidural da temblequeo fuerte y si bien te calma el dolor, no te relajas, mejor evitarla)

En fin, a las 8am tenia aprox 8/9 de dilatación y empezamos a intentar pujar… Pero no había caso, la bebe no se encajaba. A las 9 ya con casi 10 de dilatación seguimos probando pujos pero mi panza cada vez estaba más alta y la bebe no asomaba ni un poquito. Ya se había ido el efecto de la epidural y empecé a escuchar que le habían bajado las pulsaciones, que la bebé estaba muy cansada, que estaba muy difícil, que no se encajaba, que podía haber un cordón que esté atorando, etc.. Aumentó el dolor y el miedo al máximo. A las 9.30 le pregunté a mi obstetra qué íbamos a hacer y ella me dijo podíamos esperar 40 min más y si no progresaba íbamos a tener que hacer una cesárea. Y yo sin dudarlo le dije: Quiero ir a cesarea y conocer a mi hija, no quiero que ella sufra más y estoy muy cansada.

La obstetra se fue, yo lloraba, no había caso la bebe no estaba ni asomándose y yo tuve miedo: después de 16hs de trabajo de parto no quería arriesgarme a que algo salga mal y lamentarlo toda la vida.

Asique finalmente 10.25 nació Julia por cesárea. Y realmente en ese instante que escuché su llanto ya no importó absolutamente nada, se me fue el miedo y el dolor. Maxi lloraba al lado mío emocionado y me pusieron a Julia en el cachete, yo no paraba de llorar y de besarla. Es el momento más emocionante de la vida.

Julia nació super sana, estaba encajada en mi cadera mirando hacia arriba con la cabeza para un costado y estirada en diagonal. No iba a salir de otra forma por más maniobras que hiciera la partera.

Después de este primer intenso mes de maternidad pienso que lo más importante son elles, que nazcan bien y que los recibamos con amor. Lo demás no importa nada.

Les deseo a las futuras mamás que transiten su experiencia sin miedo y con mucho amor y que sus babys lleguen al mundo como puedan llegar, lo importante es como uds. los reciban.

Gracias Eva y Frida por entregarnos en sus clases tan lindos valores. Las recordaremos siempre.

Julia, Maxi y Rosario.