Del Miedo al Amor in Utero

Del Miedo al Amor in Útero

Este texto fue escrito después del 11 de septiembre del 2001 y publicado en diciembre en la revista Kiné ,lo incluyo por la actualidad que tiene su contenido.

Yo decidí enfrentar al miedo...una hija y dos nietos en Francia...el miedo....miedo a la locura...miedo a ...difícil encontrar las palabras para definir a este miedo...esta terrible sensación mezclada con otras sensaciones que vivían adormecidas dentro de mí y que se despertaron con lo sucedido el 11 de septiembre. Entre estas emociones adquiría singular importancia sentir que la distancia tan larga que separa Buenos Aires de Montpellier, Francia se hacía más larga aún...no poder viajar por miedo...no poder ver mi continuidad sanguínea por miedo...sentí que mi corazón se achicaba, se apretaba, se estrujaba, sentí que debía enfrentar ese miedo que debía escuchar el deseo de mi corazón, sentí que no debía someterme a la locura mundial y lo enfrenté. Subí al avión que me llevó a Londres y al segundo avión que me trasladó de Londres a Montpellier en contacto con mi corazón...y el miedo se desvaneció....llegué, los ví, los abracé, nos respiramos, nos encontramos, nos compartimos y después de quince dias...nos separamos... y nuevamente subí a los aviones en contacto con mi corazón y sentí el Amor... el verdadero Amor es lo único que nos puede proteger en estos momentos...sentí que el gran enemigo es el miedo, el miedo que paraliza, el miedo que no nos permite proyectarnos en un futuro...el miedo que nos enferma, constaté que el Amor nos puede salvar...En los distintos aeropuertos lo que más me impresionó fue el silencio...como si todos hubiésemos perdido la facultad de hablar o como si todos tuviésemos miedo de hablar o no tener que decirnos...seguir viviendo a pesar de todo, no hablar del horror, no mencionarlo, pensando mágicamente que si no hablamos de lo que sentimos eso no se va a hacer presente...es el momento que nos toca vivir y los que trabajamos con seres humanos tenemos una tarea muy importante para realizar. No podemos modificar lo sucedido pero sí cada uno desde su disciplina puede acompañar, ayudar, permitir que cada persona, empezando por nosotros mismos, se encuentre con los recursos que todos los seres humanos tenemos y podemos desarrollar para tener una vida creativa.
Después del horror constaté un aumento en los nacimientos por cesárea....¿madres que quieren proteger el futuro de sus hijos o bebés temerosos de nacer?. También observé mayor cantidad de panzas duras, aumento de contracciones prematuras y la indicación médica de reposo y toma de medicación...Al preguntarles a las parejas embarazadas si le habían contado al bebé lo que había sucedido la respuesta fue casi unánime: " No ...para que no se angustie...para que no tenga miedo." Les informé que el bebé in útero tiene muy desarrollada su percepción y si los padres piensan que no confesando una emoción él no la va a sentir están muy equivocados. Blanquear lo que se siente es saludable para los padres y para el bebé.

Los invité a reflexionar que es imposible no angustiarse y no tener miedo.

El abordaje indicado desde mi actividad es el incremento del contacto. Primero establecer contacto con uno mismo y después con el bebé, una vez realizados estos pasos comenzar el diálogo con le bebé.
Para realizar este diálogo es imprescindible que los padres modifiquen un equívoco muy instalado, es habitual que ante la pregunta ¿" Qué deseas para tu hijo?"...la respuesta sea :" Qué sea feliz". El bebé in utero recibe ese deseo paterno, ese mandato imposible de realizar porque la felicidad como estado permanente de vida no existe, están los momentos felices, entender que los mismos no dependen de logros materiales sino de la capacidad de disfrute de lo disfrutable en la cotidianeidad, aprender primero y después enseñarle al bebé ,que para vivir es necesario tener fuerza vital para atravesar las situaciones difíciles que se presentan en la vida. Tener la comprensión de que desarrollando estos dos aspectos: disfrute de los momentos afectivos propios y en relación con los otros y fuerza vital para que el sentido de vida esté presente a pesar de las adversidad, le están enseñando al hijo aspectos imprescindibles para transitar la vida.

Secuencia de contacto
Acostados boca arriba sentir los puntos de contacto con el suelo.
Flexionar las piernas y tocar la piel (a través de la ropa) del lateral derecho desde la planta del pie hasta el cuero cabelludo, al realizarlo observar las sensaciones físicas y emocionales que produce la acción de tocarse y ser tocado por uno mismo, no en forma mecánica sino sintiendo cuál es el grado de presión que se debe realizar para que el toque sea contenedor. Para poder realizar esta observación lo aconsejable probar con distintas presiones y constatar la que invade, la que altera y la que contiene, también observar si el toque lo realizan sólo con los dedos o con la palma, lo aconsejable es incluir palma y dedos. Una vez trabajado con el toque un lateral, percibir la diferencia en la tensión, temperatura, longitud, volumen de las partes blandas y observar cuál es el comportamiento del bebé.
Realizar la misma actividad del otro lado pero con la mirada interna muy despierta para registrar los sutiles cambios (si los hubiera) emocionales o físicos distintos a los vividos en el lateral anterior.
Al finalizar volver a observar los puntos de contacto y percibir las modificaciones psicofísicas que produjo este trabajo.
Una vez realizado el despertar de la piel trabajar la columna para ampliar la conciencia de la misma. Una manera es: colocar un bambú a cada lado de la columna, darse un tiempo para aceptar la presencia de las cañas, estas pueden ocasionar alguna molestia o dolor que puede ceder cuando la tensión de las partes blandas disminuya, el encuentro de la caña con la piel, partes blandas y tejido óseo permite que el sostén de la columna se haga presente
La piel contiene y los huesos sostienen,la pareja autocontenidos y autosostenidos , sentados o acostados, utilizando la posición que les resulte más cómoda ubiquen las manos en la panza de la madre, con la atención dirigida a las mismas, observen la sutil actividad interna que se despierta al poner la atención. Guiar con la intención este movimiento vital hasta el bebé, percibir el comportamiento de él, incrementar este toque con la emisión del sonido "O", guiándolo también para que el bebé reciba el toque de la vibración del sonido y de la actividad vital.
En contacto profundo cada uno consigo mismo, mediante el diálogo interno comunicarle al bebé la variada y contradictoria gama emocional por la que están transitando, exacerbada por la realidad actual, miedo, angustia, desesperanza....fortaleza, optimismo, esperanza....y fundamentalmente cuéntenle sobre el Amor, el inmenso amor que sienten por él, que desean envolverlo en ese manto amoroso para protegerlo, para acompañarlo en su crecimiento vital.
Utilicen este momento para transmitirle una enseñanza profunda....lo que consideren imprescindible aprender para transitar la vida.

Publicado en Kiné N° 50, Diciembre 2001.
Frida Kaplan