Eutonia para la fibromialgia Revista UNO MISMO octubre 2010 num 238

Eutonía para la fibromialgia Por Frida Kaplan "Las personas llegan a la consulta doloridas, angustiadas, con la desesperanza instalada en su ser, y el temor a no ser comprendidas.", cuenta a especialista. Y explica por qué esta disciplina les da la posibilidad de una vida diferente. La Eutonía es una disciplina corporal que facilita el auto-conocimiento. Es un aprendizaje en la observación del cuerpo. La palabra fue creada en el año 1957 para expresar la idea de una tonicidad armoniosamente equilibrada, en adaptación constante a la actividad del momento. "Eutonía" quiere decir tono equilibrado. El objetivo en una clase es aprender a dirigir la atención al delicado mecanismo que se pone en marcha cada vez que nuestro cuerpo ejecuta una acción, y su práctica permite corregir la mayoría de los malos hábitos que nos llevan a enfermarnos. Así, con la práctica sostenida, se produce un desarrollo de la percepción, del alerta, del darse cuenta. Si bien el trabajo es corporal, la ampliación de la conciencia se produce en todas las áreas del ser. La creadora de esta disciplina fue Gerda Alexander, bailarina y profesora de la Escuela Rítmica de Dalcroze, en Dinamarca. En los años 30, contrajo fiebre reumática y al realizar un movimiento espontáneo, descubrió un remedio muy simple que le permitía aliviar los fuertes dolores, continuó su investigación y, años más tarde, fundó la Escuela de Eutonía en Copenhague, cuyos alumnos se encargaron de difundir la disciplina por Europa. En 1987, su discípula argentina, Berta Vishnivertz, fundó en Buenos Aires la primera Escuela de Eutonía para América Latina. Es la disciplina indicada para tratar patologías que se instalan en el cuerpo debido a un elevado grado de tensión, como ser: procesos reumáticos, artritis y artrosis, o degeneración ósea, como por ejemplo osteoporosis, ya que el tejido óseo se va remoldeando permanentemente, las trabéculas (prolongaciones entrecruzadas que limitan las cavidades medulares, de substancia esponjosa en los huesos) se van acomodando y alineando en la dirección y sitios por donde pasan las líneas de fuerza que circulan por él, o sea por donde se está cargando el peso del cuerpo. No es lo mismo usar de una u otra manera las líneas de fuerza generadas durante la acción de cargar el peso al piso. En los lugares por donde no se usan las líneas de fuerza, el hueso se va descalcificando porque, las trabéculas van desapareciendo y en los lugares donde se sobrecarga el peso del cuerpo, el hueso se va sobre desarrollando y deformando. Cuando el dolor se ha instalado La Sociedad Española de Reumatología considera que la fibromialgia es una enfermedad crónica que ocasiona a quien la padece dolores en múltiples lugares del cuerpo y un cansancio generalizado. La ansiedad, la depresión, acompañan a esta enfermedad al igual que en otras patologías crónicas, por ejemplo la artritis reumatoidea o fiebre reumática. Los beneficios que la Eutonía proporciona en estos casos surgen de la experiencia de su creadora. Cuando Gerda Alexander tenía 16 años, después de varios ataques de fiebre reumática, contrajo una endocarditis. Los médicos le prohibieron realizar todo tipo de movimiento, no podía hacer por sus propios medios lo elemental para su autonomía... Tuvo que aprender a moverse utilizando el mínimo de energía y a descansar antes de llegar a la fatiga. Estuvo postrada durante dos años. Pero no fueron años estériles: los utilizó para descubrir que si movilizaba sus articulaciones con sutiles movimientos imperceptibles al ojo humano, los dolores se mitigaban. También descubrió que deslizando desde la intención los huesos por las partes blandas, la musculatura conservaba su tono a pesar del reposo. Si bien la enfermedad de Gerda Alexander y la fibromialgia son patologías diferentes, la práctica ofrece recursos mitigadores para ambas. Las personas que padecen fibromialgia, llegan a la consulta doloridas, angustiadas, con la desesperanza instalada en su ser, llegan temerosas a no ser comprendidas ya que los síntomas se parecen a otras patologías que se van descartando con la realización de análisis y radiografías; el desaliento se instala en todo el grupo familiar que comienza a dudar sobre la veracidad de los dolores. La desazón aumenta aún más la dolencia... A una persona en esas condiciones nunca le hablo de las bondades de la eutonía, pero haciendo la clase y, cuando el dolor comienza a ceder debido al trabajo de contacto realizado; cuando se registra un cambio en la tensión muscular y la persona constata que también se produjeron modificaciones en su emoción y en sus pensamientos; cuando el alumno vivencia que al liberar la tensión muscular esa liberación se produce en su tono psico-físico, entonces, muchas veces, suele despertarse el deseo de conocerse, de hacerse cargo, de buscar, encontrar y repetir diariamente el trabajo eutónico mitigador. Ahí comienza a funcionar el aspecto filosófico de la Eutonía, que se trata de poder elegir, poder decidir, despertar los recursos que todos tenemos, ponerlos en funcionamiento para que, ante cada situación dolorosa -física o emocional- ya no surja el "¿Por qué a mí?... Qué mala suerte que tengo!" sino las preguntas "¿Para qué a mí? ¿Qué puedo aprender de esta situación?" Las respuestas aparecen en el trabajo con uno mismo: no es un otro que responderá a estas preguntas, en la mirada interna está la respuesta. Observar la modificación de la circulación sanguínea o energética, los cambios corporales que se producen en la temperatura, el grado de tensión, el volumen de las partes blandas, la longitud... incluir en la observación los posibles cambios en la emoción y en los pensamientos, observarlos, aceptarlos, dejarlos pasar sin juzgar, sin interpretar, dejar que fluyan... Allí puede surgir la respuesta a un conflicto o una pregunta. Una vez que este aprendizaje se instaló aparece el recurso personal para enfrentar al conflicto o a la situación de estrés o a la tensión de la vida diaria. Las personas que padecen fibromialgia y han transitado el aprendizaje eutónico constataron una importante mejoría debido a que aprendieron a vivir utilizando el movimiento eutónico. Este se obtiene cuando, una vez eliminadas las tensiones innecesarias, los músculos consiguen un tono justo y el movimiento se torna económico, armonioso, fluido, no hay desgaste de energía. Cuando un ser sufre de fibromialgia, y su vivir es un padecer físico y emocional debido a dolores corporales acompañados por estados emocionales de depresión e inquietud que lo llevan a cambiar su estilo de vida, puede autoabastecerse y elevar su auto-estima a través de Eutonía. Beneficios para todos La eutonía no sólo es recomendable en los casos de enfermedad: todas las personas pueden disfrutar de su práctica. Aquí, los beneficios que obtendrán: En lo físico: Aumenta la capacidad de reacción. Alivia tensiones y dolores. Mejora la postura corporal. Favorece el descanso. Equilibra el tono físico. Despierta la sensibilidad. Recupera la movilidad de las articulaciones. En lo psicológico: Equilibra el tono psíquico. Despierta el sentido de alerta. Aumenta la concentración. Provee seguridad. Estimula la reflexión y la elaboración de las experiencias vitales. Agudiza el sentido de la observación. Disipa el estrés. Se puede obtener los beneficios de la EUTONÍA, mediante clases grupales o con un tratamiento. Llamamos 'tratamiento' a la clase individual donde el alumno, imposibilitado de realizar lo grupal, obtiene los mismos resultados a través del tacto y contacto consciente que realiza la eutonista. No hay límite de edad para incursionar esta disciplina. Principios de la disciplina Estos son los aspectos y recursos fundamentales que se utilizan en cada clase: 1.- Conciencia de la piel: Es tomar conciencia de la piel como envoltura, como sostén de nuestro esqueleto y músculos, además de todos los órganos sensoriales que en ella se encuentran. Para desarrollar la sensibilidad de la piel se utiliza el tacto consciente, y a través de éste se puede reconocer la forma corporal exterior. 2.- Conciencia ósea: El esqueleto es nuestra estructura de sostén. Los huesos son la fuente básica de energía para cada movimiento y en su forma está dada su función. Conciencia ósea es la toma de conciencia de nuestra estructura ósea, del esqueleto, de cada hueso y sus articulaciones. 3.- Contacto consciente: Contacto significa «estar relacionado con», siempre estamos en contacto con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea, seamos conscientes de ello o no. El contacto consciente es una forma de dirigir la conciencia. Es un modo de relacionarse de un sujeto consigo mismo, con un objeto, con otro sujeto o con el espacio circundante donde la atención esta dirigida hacia adentro y hacia afuera simultáneamente. 4.- Conciencia del espacio interno: El espacio interno es donde nos ocurren los procesos fisiológicos, neurológicos, afectivos, intelectuales, y psíquicos. La experiencia del espacio interno es una percepción que se va construyendo con el uso de distintos recursos de EUTONÍA. Entre los que está, fundamentalmente, el uso de la mirada interna, recorriendo con la atención el ancho, largo, grosor, profundidad, distancias, de la zona elegida para luego percibir el contenido (tejidos duros, blandos, músculos, huesos, articulaciones y órganos). 5.- Transporte: que es la utilización conciente del reflejo postural o reflejo de enderezamiento, entendiendo esto como el flujo de las fuerzas antigravitatorias a través de la estructura ósea de la columna vertebral desde los pies hasta la cabeza. Cada clase es una investigación sobre determinada zona del cuerpo y el dolor es una guía para conectarse con ese espacio. Es posible aprender desde el dolor, usarlo como parte del aprendizaje. La propuesta es habitar el espacio dolorido y ocuparlo con la atención para disminuir o aflojar la tensión. Modificar el comportamiento que nos lleva a retener y reemplazarlo por el de soltar el dolor. Esta actividad se inicia con una decisión de cambiar la conducta de retener por la de soltar. Datos de la autora: Eutonista Docente en la Escuela CES Santander España. Docente e integrante del Consejo Académico de la Asociación Argentina y Latinoamericana de Eutonía. Autora entre otros títulos de, "El poder de renacer" de Editorial Sudamericana.