Nació Ana!!!Septiembre 2021!!!

Hola Frida Judith y "familias de eutonia",

pasamos por aquí a contarles sobre el nacimiento de Ana que sucedió el sábado pasado, para compartir con ustedes nuestra experiencia como agradecimiento por la compañía de estas semanas tan significativas de nuestras vidas.

El viernes pasado cerca de las 2am empecé a sentir contracciones de "panza dura" más seguidas y notorias de lo común, me levanté tres veces al baño en quince minutos... y con Andrés empezamos a calcular cada cuánto venían y cuánto duraban. Llamé a la partera para contarle la situación, me dijo que nos quedemos tranquilos, esperemos y sigamos controlando frecuencia y duración.
Llamamos a Vicky, la madrina de Irene, nuestra hija de 3 años. Un ratito antes de las 4am Vicky ya estaba en casa, yo bañada, y las contracciones cambiaron y empezaron a ser dolorosas, Venían cada 5 o 6 minutos y duraban poco más de un minuto cada una, pero cada vez más intensas. La mayoría las pasé en cuclillas al lado de la cama, respirando despacito con las O silenciosas.

Salimos para el sanatorio a las 4am, caminé hasta que tomamos un taxi, que tuvo que esperar mientras en cuclillas llegaba una contracción al pie del taxi... Importante decirle al taxista que estás por parir pero querés llegar con vida al sanatorio... se lo repetimos varias veces. Por si les pasa... creo que es más cómodo poder ir despacito y en cuatro patas en el asiento de atrás, o en cuclillas (si se puede) antes que sentada en un auto mientras llegan contracciones dolorosas...

Llegamos al Mater Dei, nos esperaba la partera para la revisión. Tenía 7 cm de dilatación, pero las contracciones no eran tan intensas y se habían desregularizado. Es muy increíble como el estado de tranquilidad hace que se regularicen las contracciones, mientras que el estado de alerta (salir de casa, el traslado, llegar al sanatorio) las pone un poco en pausa... al menos eso me pasó a mi.
Paula, la partera, nos ofreció poner oxitocina para acelerar o esperar. Esperamos. El monitoreo estaba bien y nos quedamos con Andrés en sala de preparto, terminando de decidir el nombre :) entre contracción y contracción.

A las 6am Paula nos volvió a consultar y nos propuso romper la bolsa para ver si así la bebé hacía mejor presión y venían las contracciones "buenas". Pasamos a la sala de parto, esperamos un ratito más y Paula rompió la bolsa. Efectivamente, eso transformó las contracciones en mucho más intensas y sentí presión constante en toda la pelvis y el sacro. Pasaron dos o tres contracciones de esas, que las pasé también en cuclillas con las O fuertes o vocalizando algo, me cantaba un poco también...no creo que sonara muy afinado pero me ayudaba a sostener y como me decía continuamente Paula "acompañá la contracción, acompañá la fuerza"; seguía moviéndome bastante entre una y otra "ola".
Después de la tercera o cuarta, entró Jorge, mi obstetra. Me revisó y me dijo "ya estamos, vas a hacer un pujo, uno solo, y en ese sale". Me senté en la camilla, tratando de apoyar bien como habíamos practicado. Jorge me ayudó a posicionarme usando los estribos de la camilla (me vinieron bien para concentrar la fuerza porque las piernas me temblaban un poco) y me sostuve con las manos de las palancas de la camilla. Llegó una contracción y pujé. Según dice Andrés, Jorge se estaba terminando de cambiar los guantes y empezó a salir la cabeza... Y así fue. La cabeza es como una piedra y el resto del cuerpo salió solo...Cuando terminé de pujar no podía creer que ya estaba ahí. Ana ya estaba ahí, de este lado.
Estuvo encima mío unos veinte minutos, mientras salía placenta, coágulos y demás cosas.. me pusieron un suero de hidratación y mientras Ana también empezó a amamantarse. Increíble.

Les agradecemos mucho por lo compartido, lo que recibimos de Frida y Judith y la experiencia de cada uno. El parto de nuestra primer hija fue muy bueno, pero la diferencia es que en este yo estaba más presente, queriendo vivirlo y no solamente que pase, con más herramientas para que sea una experiencia consciente, decidida y donde cada instante valía y valió estar ahí experimentando y decidiendo como protagonistas de este momento único.
Para que así sea, nos llevábamos en la retina los encuentros de eutonía, tuvimos una gran ayuda de Paula la partera, de Jorge, el obstetra que me decía "acá estamos para acompañar", de toda la gente del Mater Dei que es increíblemente respetuosa y delicada.

Ana llega muy bien acompañada, y nosotros agradecidos a Dios y a cada uno de sus signos.

Un abrazo y gracias! Itatí y Andrés.