Hola Frida!
Hoy Dante cumple un mes!!!
El martes 11/09 a las 2:54 am nació Dante, con 39 semanas de gestación, 3.334kg y 50cm de largo. El lunes a las 13hs había comenzado a sentir contracciones muy intensas, diferentes a las que había sentido hasta entonces. A las 17hs las contracciones, que no habían cedido, empezaron a ser cada 5 minutos...en comunicación con la partera, realizamos con Leo el trabajo de parto en casa hasta las 12 de la noche. Hoy tengo el más bello recuerdo de esas horas, con la paradoja de haber sentido el dolor físico más agudo que había sentido hasta entonces, y aún así solo me viene al alma y al cuerpo alegria y una sonrisa al recordar esas horas. Las palabras de Leo recordandome sonreir, su presencia y contención, las ooooo, enfocarme en atravesar el dolor, la atención en la pelvis, la oxigenación fueron claves para transitar ese momento.
Ya habiendo roto bolsa, llegamos a la clínica y nos encontramos con las partera que a la 1 de la madrugada me llevó a la sala de preparto, me revisó y estaba recién con 4 de dilatación. en ese momento sentí que podía faltar mucho aún, y me sentía muy agotada, pero rápidamente confié y acepté que ese era el momento de Dante para nacer. Pedí la anestesia, que en principio había pensado en no utilizar, me la aplicaron a las 2:15 de la madrugada con 7 de dilatación. Recuerdo mirar el reloj, eran las 2:30 pasadas, Leo ya estaba preparado para el parto y vemos entrar al obstetra, se encienden las luces, la partera me revisa, "ya estas en 10, vamos!", se acomodaron todos en sus lugares y escucho "a pujar". Luego de tres pujos Dante ya estaba en mi pecho. No tengo palabras para describir lo que sentí. Sólo sé que fue el momento más felíz de mi vida. Sentir que salía de mi y abrazarlo, escucharlo, y vernos a los tres juntos.
El viernes 8 de septiembre estuvimos en la clase y me fui angustiada después de haber pasado por el pujodromo. Había llegado a la clase entusiasmada, sentía que ya estaba preparada y me encontré con que al momento de pujar se podía notar que me costaba soltar a Dante. Te escribí esa noche, me ofreciste volver a intentarlo la semana siguiente. El martes que nació Dante pensábamos ir con Leo a la clase, ya que estábamos cerca de la fecha probable de parto. Lo interesante fue que sin haber llegado a tener esa segunda oportunidad, el hecho de haberme encontrado con mis obstáculos me dejo pensando y reflexionando todo el fin de semana, incluso me llevo a la releer el libro y creo que el resultado final como relaté antes fue muy positivo.
Queremos agradecerte por la experiencia y las herramientas que nos brindaste.
Abrazos!!!
Flor, Leo y Dante