Nació Lina-2018

Yo creí que iba a nacer el viernes, pero creo que mis cuestiones pendientes hicieron que Lina llegue el sábado (el viernes tenía que ocuparme del flete de la heladera nueva, y yo el jueves me imaginaba pujando pensando en el flete de la heladera).

El obstetra me vio el viernes al mediodía y vio que el cuello del útero estaba grueso pero con un par de cm de dilatación, y blando. Así que con más razón supe que ya faltaba poco. Una vez que llegó la heladera, avisé a la familia que seguramente nacía pronto. Todos estaban atentos porque la logística era compleja.

A las 5:30 am del viernes (otra vez de madrugada) me desperté con un pequeñísimo dolor, pero ya me pareció que sería del parto. Le avisé a mi mamá para que estuviera atenta. Me senté en la cama, y a los 10 minutos estaba convencida. Venía dolor en las contracciones, y era de parto. Desperté a Rafa, y me fui a llenar la bañadera. Mientras se llenaba volví a hablar con Rafa, que con su usual negación de pre-parto me dijo "te veo muy tranquila, no tenés cara de estar por parir". Me fui a bañar y él se dio vuelta para seguir durmiendo, pero por supuesto no pudo, y a los 5 minutos estaba despabilado y haciendo un café. Llamó a la partera, que tampoco nos creyó que viniera Lina, le dijo que fuéramos para el CEMIC, que ahí me revisaban y la llamaban...

Mientras me bañaba llamé a mi hermana, para que viniera (así las nenas seguían durmiendo, como ya habíamos planeado, en caso de parir tempranito como las otras veces). Después del baño le dije a Rafa que llamara otra vez a la partera para hincharle un poco más, porque si bien ella me conocía de los dos partos previos, evidentemente no se acordaba de mis tiempos. Rafa le pidió que llame por favor al obstetra. Dijo "ok, yo lo llamo, él dirá si ya va para allá o espera a que te revisen". Terminé de agregar unas cositas al bolso, Rafa pasó su café al vaso térmico, y llegó mi hermana. Salimos. A las 6:30 llegamos al CEMIC, justo mi mamá llegó también y entró conmigo. En admisión me dijeron que no pase por guardia, me esperaban en sala de partos. Ahí estaban la partera y el obstetra, ya vestidos para atenderme y esperando. Se ve que sirvió la llamada. Me tactó la partera y tenía 9 de dilatación, así que dijo "rompemos bolsa y pujás" y le dije NO! no rompas la bolsa, se va a romper sola. Acá un capítulo aparte:

Por qué la costumbre de romper la bolsa? Siempre escucho mucho sobre cesárea o no, forceps o no, episiotomía o no, peridural o no. Y la bolsa? Es natural un parto donde rompen la bolsa con una tijera?

En mi primer parto lo hiceron así, al llegar a la dilatación completa. En el segundo se rompió en el primer pujo apenas entré a la sala de partos, y esta vez me pareció absurdo que la partera se metiera con eso. A ella le costó entender pero lo respetó. Creo que por eso la bebé bajó más de a poco -lo cual la puso impaciente a la partera, pero no le dimos bola- y esta parte del parto fue bastante mas larga que en mis partos previos. A cada rato monitoreaban a la bebé y estaba bábrara así que cuando la partera se impacientaba yo le decía "pero hay algo mal? hay algún problema?", y ella respondía "no, no, todo ok". También el obstetra cada tanto entraba a la sala y preguntaba por la bolsa... Hasta en un momento la partera dijo "si no se rompe la bolsa, en algún momento tendremos que romperla". Esto creo que es incorrecto. Lo estuve hablando luego con el pediatra (que es también puericultor) y creo que no hay nada de malo en que la bolsa se rompa mientras el bebé sale.

En fin, igualmente después de muchos pujos finalmente se rompió la bolsa.

Desde ese momento todo se aceleró, el dolor había sido hasta entonces fuerte pero solo en el útero, por las contracciones, no en el canal de parto. Una vez rota la bolsa, al pujo siguiente o al otro empezó a pasar la bebé y ahí no pude parar de pujar porque dolía tanto que no podía soportar la idea de que quedara ahí hasta la siguiente contracción. Pujé y pujé hasta que salió la cabeza, luego un mini descanso y otra vez para los hombritos. Y ahí la agarré y la saqué con mis manos, y el alivio fue inmenso. Y la paz.

Luego la placenta, algún puntito, y a disfrutar de la familia. Fue una experiencia bien distinta, nueva, intensa. Esta vez un poco más natural. Más lento, y más suave para la cabecita de la bebé.

La dejaron unos minutos en mi pecho, luego cortaron el cordón y fueron a revisarla y limpiarla con Rafa. Pesaba 3.840k y medía 51.3. Nació a las 7:43. Casi igual que su hermana Ana (que nació 7:45 pesando 3.870k) y ambas en el día 39.1 de gestación.

Desde entonces somos 5 y nos disfrutamos mucho.

Un abrazo fuerte para vos y para Eva y para la comunidad de familias eutónicas que armaste.
Manu, Rafa, Zoe, Ana y Lina.