Nació Renata.!!!2019!!!

Frida y Eva, quiero contarles que nació Renata.

Este embarazo no pudimos ir tanto como con el anterior, pero los encuentros fueron clave para renovar la energía eutónica y volver a sentirnos protagonistas de este nacimiento.

Rena llegó el 26, en una cesárea programada. Yo estaba tranquila de que seríamos protagonistas los tres de su llegada (habíamos hablado con neo para postergar los controles a la habitación, así que apenas salía se quedaría pegadita a mí).

En el quirófano usé la o para el momento de la anestesia y también cuando entró Rober le pedí que me dijera la o porque todo sucedía rápido y yo estaba que no entendía nada. Fue así, muy rápido. Pudimos verla cómo la sacaban, me la pusieron en el pecho. Se la llevaron para abrigarla (literalmente 2 minutos) y me la volvieron a traer. La tenía Rober a upa y me la ponían sobre mi cuerpo. Pude cantarle, hablarle, tocarla, tenerla pegadita. Cuando todo acabó y nos quedamos con una enfermera esperando al camillero, la enfermera me la acomodó en la teta. La gorda se enganchó de toque. Fue una fiesta al alma eso.

Lo más eutónico, sin embargo, llegó después. Yo estaba con mucha excitación y no podía bajar. Estaba en una nebulosa de no entender nada. Pasaron los días y el 28 aún no había podido bajar. Me dolia el cuerpo de las posturas. En un momento, entre visitas, nos quedamos solos. Le pedí a Rober que me haga masajes en la espalda porque me dolía mucho abajo, el coxis. Rober recordó el ejercicio de eutonia en el que él puso un dedo en mi coxis. Fue automático. Me tocó y yo empecé a llorar. Movió la ficha que necesitaba para acomodarme. Y le dije: la eutonia en todos los detalles, abre ahora mi nuevo puerperio. Bienvenido sea el postparto eutónico.

Gracias por estas herramientas que nos permiten atravesar estos momentos tan intensos con la certeza de sabernos protagonistas de cada una de estas vivencias.

Celebro haberlas encontrado en nuestro camino y haber transitado con ustedes la llegada de nuestros dos hijos. Agradezco su generosidad y respeto, tanto amor... de verdad, gracias. ¡Las queremos mucho!