Comienza mi relato una madrugada a pocos días del cumplemes de Rio.
Ayer hace unas horas, en mis brazos lo vi tan parecido a mi que el recuerdo se dibujó al
instante.
Era yo misma, arrullada por mi mamá. Mi mamá ahora yo dandome la teta, mi mamá
cambiandome el pañal y hablándome como si la entendiera. Yo necesitándola tan completa
como nunca en toda mi vida. Tan en cuerpo y alma como nunca mas sería necesario.
Entendí todo, la perdoné y le agradecí haberme dado tanto.
Fui Rio y seguiré siéndolo cada dia que pasa. Cada día suyo fue un día en mi vida en el que
alguien me arrulló. Arrullar es una tarea divina.
Le pedí a la obste que la pateemos para más adelante. Si, la cirugía del mioma. Y la
licencia. No me van a dar licencia cuando saquen al mioma al mundo real. Quizás le pida
que me lo guarden. Quizas no. Me intriga saber que hacen con un mioma de 10 cm de
diámetro en un hospital. Al tacho?
A una señora en el quirófano le pedí que me muestre la placenta. Mi placenta.
Me dejaron mucho tiempo en la sala de operaciones. Me preguntaba donde estaba el bebé
mientras me cosían de a capas. Sentía la piel como un matambre arrollado. Arrullado.
Muy tarde la placenta estaba seca dentro de un recipiente de metal.
La tiro? Me preguntó. Tirala, le dije.
No sentía nada desde mi torax hacia abajo. Las contracciones cuando habrían parado?
Le pregunté a la obste cuando paraban. No paran, no paran hasta que expulsan al bebé.
Si te lo sacan por arriba entonces cuando paran?
Desde la medianoche anterior estaba con las contracciones. Las de las últimas 4 horas me
habían dejado en Neptuno. Estaba poseída por el dolor. Ahullaba cantando mis Os. Seba
me sostenía y cantaba. Me retorcía en la cama. Vomité. Fue bestial.
Sentí que me transformaba en un animal. Estaba lista. Pero sólo una parte de mi. La otra no
había llegado a tiempo. La partera, una mujer expeditiva de armas tomar, me hizo un tacto
donde determinó rápidamente que "esa cabeza estaba en el cielo y que mi cuello estaba
mas cerrado que culo de muñeco." así sonó en mi cabeza. Creo que dijo algo un poco
menos vulgar. Y así vulgar o no, me recetó una cesárea. No habia dilatado nada y el mioma
se peleaba con su cabecita para ocupar el mismo espacio mientras el útero se contraia y los
empujaba hacia abajo. Luego me enteré que la partera le dijo a la obstetra que yo tenía una
hiperdinamia. Asi fue que salió corriendo al hospital a hacerme una cesarea.
No sabré nunca porque temblaba tantísimo. Ya en el quirófano, y por mucho rato mis
piernas no paraban de agitarse. Estaba en Neptuno y ellas querían que baje a la tierra. Me
hacian chistes. Me preguntaban boludeces. Yo no podía nada ni quería nada. Esa parte de
mi ya estaba lista y nadie la iba a parar. Tan yo que me doy miedo.
Nació Rio. Nació cuando lo sacaron de mi vientre. Yo lo vi saliendo de mi vientre. Lo
sacaron con las manos de entre mis entrañas abiertas. Había muchas manos de látex y una
tela verde brillante. Río estaba ahí llorando y largando líquido por la boca. Dejando de ser
un pez. Tomando el aire de a baldazos. Que experiencia aquella la de cambiar de forma.
Tan brutal. El cordón largo grueso ancho. Una soga que nos anudaba nos unía nos
mantenía juntos. Espera y ya no late más. ¿Por qué deja de latir? Que señal manda y quien
la manda yo o Rio?
Chau cordon umbilical.
Escribo mientras dormís sobre mi pecho. Mañana cumplís 1 mes. Hoy fue un día difícil.
Lloraste mucho. Tuviste una caca atravesada todo el dia y tu cara de a ratos se ponía roja
de la fuerza que hacías para gestionar su salida. O quizás dolorcitos que te generaba un
retorcijón. Te presenté el chupete y lo pedias mas y mas. Te encantó.
Sé que voy a olvidar este momento y me pone triste.
Se que cuando leas esto.. Claro.. No. No tengo idea. No sé que despertará en vos leer esto.
Cómo sigue la historia quien sabe. Nada es más brutal que la realidad.
La realidad es soberana.
Lo repite Virginia, mi psicóloga. Es la frase que más me gusta que repita.
Y la realidad es escribo con una mano. Desde el celular. A las 5 am. Con el cuello torcido y
un bebe semi dormido en la otra
Estoy triste. Si. Otra vez.
Siento que hice mal lo de la lactancia.
Traté de amamantarlo pero su boquita chiquita... Mis pezones no aptos... las presiones de
todos lados para que engorde y no dejaba de bajar...Trato de que agarre la teta. Pero no
quiere. Y no me sale leche.
Que hice mal?
Todo lo que pasó fue imposible de preveer. Todas las imágenes perfectas salieron torcidas.
No pude parir a mi hijo. No puedo amamantarlo. Pero cuanto más es maternar. Tanto mas.
Nutrir en abrazos, en dedicación full time, en bañitos tibios y masajitos con aceite de
almendras. Eso y tanto mas. Cacas y pis a la madrugada. Mamaderas tibias y mas besos.
Siempre mas besos. Calor. Sobre mi pecho. Piel. Vuelve lo brutal. Nada dejará de ser puro
instinto.