Hola Frida. Gracias por escribirnos. Antonio nació el 23 de Abril. El martes a las 6 de la mañana sentí como se encajó ya que esa sensación me despertó esa mañana sabiendo que Antonio llegaría ese día. Tenemos otro niño de 11 años, Benjamín, asique como todas las mañanas me levanté a las 7 para prepararle el desayuno teniendo contracciones de panza dura cada 10 minutos, sin nada de dolor, sólo esa regularidad. Desperté a mi marido poniéndolo al tanto aunque no descartando una "falsa alarma". Lo llevamos a Benjamin al colegio y cuando volvimos a casa empezamos a preparar las cosas por si debíamos internarnos ese día. Me di un baño recitando las O bajo la ducha caliente, hasta el momento sólo la panza dura y los 10 min eran el único indicio. Me senté en la pelota y a las 9.20 de la mañana la puse al tanto a la partera, quedamos en comunicarnos si cambiaba la intensidad de las contracciones. Y así fue como al tiempo empezaron a intensificarse, jamás olvidabamos la O para atravesarlas, aunque mi voz se iba debilitando por el dolor, mi compañero potente se escuchaba siempre de fondo. Perdí el tapón y fisure bolsa, iba perdiendo líquido de a poco, como pis que no podía contener, ya para las 11 de la mañana las contracciones se habían instalado, intensas, cada 2 min y no olvido esa sensación de dejar este plano y perderme en algún otro mundo. Las podía pasar colgada de los brazos de Agustín, como una necesidad de suspenderme en el aire en cuclillas. Para ese entonces la O ya se había convertido en un sonido animal, como un rugido. Increíblemente uno no abandona tus palabras ni las de Eva en ningún momento. Soltar. Oxigenarse. Y sonreír. No se si lo logre pero siempre tuve la intención. La sensacion de pujar me había tomado por completo y ya para las 11 y pico de la mañana nos volvimos a comunicar con la partera para decirle que ya estaba Antonio por llegar. Nos dijo que esperábamos un poco más pero nuestro instinto nos hizo abandonar el hogar. Y así fue como llegamos a la guardia con Antonio asomado y 10cm de dilatación. Nunca pudimos encontrarnos con el equipo que habíamos elegido pero igualmente nos recibieron con amor. Sobretodo recuerdo a la partera de guardia, Alicia, que en el último pujo me miro con esos ojos azules profundos y me dijo vamos a hacer el sonido de la O juntas. Y así a las 11.57 del martes 23, conocimos a nuestro cachorrito. Gracias por ayudarnos a transitar este nacimiento. Gracias por un instante para toda la vida. Las abrazamos, Florencia, Agustín y Antonio.