El parto y nacimiento de León.
Mi querida Frida: El 28 de mayo a las 3 en punto de la mañana nació León, con los ojos bien abiertos sin llorar y con una paz que invadió todo nuestro ser.
Esa mañana del lunes me levanté y le dije a Santi es hoy... A a las 10 de la mañana fui a mi control y el obstetra me dijo que tenía dos de dilatación, nos preguntó si vivíamos lejos, a lo que contestamos que no y nos mando a casa... Eso fue lo último que me confirmaba que ese día León quería conocernos. Caminamos hacia casa y entre pequeñas contracciones que comenzaban, solo me invadía una tranquilidad que me sorprendía y te me venias a mi cabeza diciendo solo es confianza y tranquilidad.
Durante todo el día las contracciones comenzaron a aumentar, las O eran el sonido preponderante en casa, la pelota que no llevamos al sanatorio, pero que fue de gran utilidad acá en casa, música, mantras e incertidumbre también se hacían parte de la escena.
A las 18 le dije a Santi que estaba lista para ir al tan temido hospital y fuimos pero... Para mi sorpresa nos mandaron a casa diciendo que eso no eran contracciones sino que era León que estaba empujando con su cabeza pero que aun faltaba y que quedaba mucho tapón mucoso por expulsar, de hecho nos afirmo con seguridad la partera de turno que podía nacer la semana que viene.
Sinceramente me fui angustiada, sentía que la partera no me había creído y que no estaba escuchando lo que le decía, pero decidimos volver y esperar... Para las 20 las contracciones ( que para mi y con el diagnostico de esta señora era solo León queriendo encajar y no verdaderas contracciones) comenzaron a aumentar, nuevamente las O protagonistas en nuestra casa, mas pelota mas baños de agua caliente...
Si dolió o no? No creo que sea lo que realmente importa, como vos decis atravesar el dolor era el único objetivo y cuando no podía más con las O la voz, el cuerpo y el amor de Santi fueron mi guia y salvación. Eternamente agradecida por darnos las herramientas para que el papá tenga un rol fundamental y activo para acompañar tremenda aventura.
Solo recuerdo instintos casi animales, sensaciones que nunca mi cuerpo había atravesado y a la 1 de la mañana Santi diciéndome hasta acá llegamos, vamos de nuevo al hospital a ver que pasa.
Llegue preguntado el nombre de Jorgelina, era lo único que podía pronunciar, la señora que me había mandando a casa me había dicho que de guardia estaría esa mujer, que hasta ese momento era una desconocida, pero que apenas la vi fue gran parte de mi sostén en todo este hermoso lío.
Jorgelina con su amor, su calidez y fuerza de una mujer a otra me explico que tenia 8 de dilatación, que no iba a volver a casa y que los dolores no eran el encaje de León sino que había atravesado casi todas las olas ( tan hermosa forma de describirlas en tu libro), en casa y que León iba a nacer.
De la mano de Santi, ratificando que el amor te salva y de la mano de mi querida Jorgelina, puje y en 2 pujos prolongando el coxis y con algunos gritos no tan afinados como las O nació nuestro León.
Mientras terminaba toda la escena, y todos diciendo que era una campeona, se me caía la baba diciendo "es que fuimos de Frida", y ahi todos sin conocerte personalmente dijeron que te querían y admiraban y que algo habías tenido que ver seguramente.
Seguramente tuviste y tendrás que ver en el momento mas hermoso de nuestras vidas, sos y siempre serás parte, gracias eternas por tus consejos, palabras, escucha, amor incondicional y tu mirada que nos guió durante este hermoso camino.
Te queremos mucho, Santi, León y Sol.