Después de tantos meses de leer los relatos de partos compartimos el nuestro. El parto fue difícil y largo. Nos hicieron casi todas las intervenciones que habíamos leído y no queríamos, pero aún así sentimos que fue un parto respetuoso en las decisiones que íbamos pudiendo tomar y la espera de los tiempos para tomarlas. Ya estábamos en la semana 41 y no había noticias de que Facu quisiera salir. Así que me hicieron tacto por primera vez y el cuello estaba blando pero sin dilatación. Desde la primera eco Facu se suponía de casi una semana más grande y ya estaba grande de peso por lo que nos parecía bien que intentáramos comenzar a inducir de a poco el parto. Acepté que me desprendieran las membranas y esperar 2 días a ver si arrancaba. Eso no pasó por lo que nos internamos el 11 de febrero a la noche para que me pusieran un óvulo de prostaglandina. Desde las 4 am empezaron las contracciones pero si me acostaba, paraban. Así que estuvimos bailando y con pelota en la habitación. Hasta las 8 am que bajamos a la sala de pre parto. La partera vuelve a hacerme tacto pero no había más dilatación. Ahí empezó la negociación de todo el día para que avanzará el trabajo de parto pero a la vez dar tiempo y no acelerar de más. Me pusieron primero oxitocina muy despacito.. Y ahí estuve buen rato bailando, haciendo ejercicios con la pelota, mucha música, baño de inmersión.. Los tactos empezaron a ser más seguidos.. Todo muy charlado con la partera que iba aceptando mis tiempos. yo fui aceptando lo que me iba proponiendo porque todo avanzaba muy poquito y paraba..cada tacto se iba haciendo más doloroso y cada vez teníamos más presente con Ari la o que al principio fue en voz baja y a medida que fue pasando el tiempo cada Vez más gritada. Yo cerraba los ojos y veía la cara de Frida diciendo que hay que tomar la decisión de atravesar el dolor. No puedo explicar lo fundamental que fue la experiencia de haber hecho las clases junto con Ari y estar juntos atravesando todos estos dolores.. Me dio imágenes, sonidos y pensamientos para vivir esos momentos. Como seguía sin avanzar solo, acepté que me rompiera la bolsa.
Ahí ya eran las 6 de la tarde del segundo día. La cabeza x ser grande supuestamente no terminaba de encajar. Llamaron anestesista para peridural cuando llegó pasamos a sala de parto tipo 7 de la tarde. Yo ya estaba con 7 de dilatación.
Me pusieron peridural.. Me la reforzaron 3 veces.. Yo me mareaba cada vez que me ponían por lo que me acostaba y me ponían máscara de oxígeno. Por un ratito no entendía nada, después me recuperaba y volvía a pararme y con cada contracción le avisaba a Ari para bajar a pujar juntos en cuclillas. Creo que habrá dicho mil veces "pisa con el sacro y soltá". Fue tan fundamental su acompañamiento.
Las horas pasaban y fueron llegando 3 embarazadas y la dra y la partera se iban a atenderlas. Nos quedamos por momentos solos pujando en todas las posiciones existentes. Por suerte Facu siempre estuvo genial. Llegó un momento que le dije a Ari que no podía más..pedí que me hicieran Cesárea.. Ahí la obstetra me ofrece hacerme un último tacto a ver dónde andaba. Accedí y me dice: llegamos a 10 de dilatación... Me empezaron a convencer y dar fuerzas para seguir, yo ya ni podía hablar..Accedí a intentar los últimos pujos. 2 pujos más y le dicen a Ari q vaya a ver que se le ven los pelitos.. Cuando vi su cara de emoción pude tomar un poco más de fuerza, ya estaba ahí! Quedaban unos pujos.. Yo ya sin fuerzas me dijeron que me ayudaban. Me hicieron la Maniobra de kristeller de apretar el útero entre la anestesista y la partera. Todos esperando cada contracción... Y por fin salió! A las 21:22 del 12/2 con 4440kg después de 22 hs de trabajo de parto. La mezcla de risa, llanto y nervios fue indescriptible. Me hicieron agarrarlo y ponerlo en mi pecho.
Tal como Frida nos había advertido, a la hora de pujar la anestesista y la partera le pedían a Maga que con cada contracción hiciese fuerza, que contuviera el aire, que pensara que estaba haciendo caca. En ese momento tuvimos muy presente que se trataba de otra cosa, tal como habíamos practicado en el pujódromo: pisar con el sacro y soltar. Yo se lo recordé un par de veces a Maga, a pesar de estar diciendo algo diferente de lo que le decían.
Como acompañante, hubo momentos en que no supe bien qué hacer, qué decir o cómo estar presente cuando ella la pasaba mal. Ahí la O fue fundamental. Me sirvió para poder estar al lado de ella y cerca de lo que le pasaba sin tener que recurrir a intentos cursis de calmar el dolor, del estilo "ya va a pasar", con frases hechas que no ayudan a atravesar el dolor y que además están distantes de la experiencia que se está viviendo.
Saber que a ella le hacía bien que la acompañara diciendo la O, me dio fuerza para seguir usándola, a pesar de la vergüenza que me dio al principio decirla frente a la partera y el resto del equipo.
Hoy seguimos usando la o a veces para dormir a Facu.
Gracias por todo!
Maga, Ari y Facu