El sábado 16 de mayo a las 13:22 una luz, Candela, encendió nuestra vida para siempre.
Rompimos bolsa 3:30 am y fuimos para la guardia del hospital. Allí nos recibieron muy bien. El viaje había comenzado.
Amor, alegria, miedo al dolor, ansiedad y más ansiedad. Entré con 1 de dilatación. A las 9 am, seguíamos con la misma dilatación y decidieron colocarme oxitocina. Allí comenzaron los dolores más fuertes y los conciertos de O.
¡ Qué bella melodía nos regálaste, Frida! En estos tiempos tan raros donde todo se transforma a cada rato, la potencia del trabajo interno y la voz de la conciencia suprema del cuerpo , abrieron el
Corazón a pura esperanza y Fe.
Las O acompañaron todo el proceso de trabajo de parto que al final duró más de 4 hs! Entramos a la sala de parto a las 11. El trabajo iba bien pero la cabecita de Cande estaba un poco para atrás. Me preguntaron si quería la peridural y dije que si. Trabajamos mucho con el sacro y soltar y soltar. Atravesé el dolor ( Cande peso 3,900 y midió 50 cm, parto natural). Mi médico y todo el equipo junto con mi amado Juanma, me ayudaron a pujar. A dar a luz, a dar luz! Soltar...para recibir lo más hermoso del mundo: el calor de un hijo. Soltar, y el eco de tu voz Frida.
Gracias por tu dulzura, por las llamadas, las clases, los consejos y tu mirada. La segunda clase de las presenciales, allá por marzo, en un mundo que parece ya remoto me miraste a los ojos y pusiste la mano sobre mi espalda. Jamás olvidaré esa mirada. Me dijiste, relajate. Me fui llorando de la emoción a casa. Desde ese día, supe que estábamos acompañados Cande, Juanma y yo. Y no me equivoqué!
Te amamos Frida, por siempre gracias!
Candy, Juanma y Flor