Relato de parto
No puedo arrancar este, mi segundo relato de parto, sin mencionar brevemente el primero. Dos experiencias diferentes, únicas y en ambas, aplicamos el método!!! Las "o" siempre compañeras infaltables.
Conocimos a Frida cuando transitaba mi
primer embarazo 2 años y medio atrás... Estuvimos varios meses en sus clases, yo muy temerosa al dolor y a cualquier cosa similar... pero el bebé iba a tener que salir de un modo u otro y tenía que enfrentarme a mis miedos y aprender a atravesarlo...
Benja hoy tiene 1 año y 9 meses y tuve un parto natural maravilloso. Pude, pudimos, porque fuimos un equipo con herramientas, que me llevo para toda la vida.
Al año y dos meses de Benja nos enteramos de que estábamos esperando otro nuevo integrante... y se estaba empezando a gestar Abby, este maravilloso ser que en este momento tengo en mis brazos.
Un embarazo fuerte emocionalmente hablando. Nosotros somos del interior y toda la familia está lejos, estuvimos bastante solos y encerrados. En parte afianzamos vínculos, disfrutamos mucho el.crecimiento de Benja y Abby que de apoco se hacía notar... necesité mucho las clases, pero no podía coordinar horarios, ya que por la pandemia mi marido empezó a trabajar mucho más por ser médico.
Los meses fueron pasando y ya cuando empezó el tiempo del monitoreo y las últimas ecografías, la gorda estaba sentada... Cada semana que pasaba esperaba que se diera vuelta pero no lo hacía....Nunca tuve en cuenta una cesárea y menos habiendo vivido un parto bajo tan hermoso.
Me puse muy triste, me angustié mucho y con Ivan dijimos, volvamos a ser clase con Frida. Las abuelas llegaron de Santa fe unas semanas antes de la fecha probable, para darme una mano y eso me permitió abocarme exclusivamente a mi bebé, cosa que no había echo en este tiempo.
Entrar en contacto nuevamente con mi cuerpo, con mis miedos, con el dolor, fueron poniendo de a poco en segundo plano la "forma" de nacer de Abby, para centrarme en "ella"... Iba a nacer mi hija, lo más importante, era eso. Me costó verlo pero mi obstetra maravillosa, mi marido, y Frida fueron nuevamente grandes pilares para mi.
Nunca tuve esperanzas de que se fuera a dar vuelta... me relajé y dije "si pude atravesar un parto bajo, voy a poder con una cesárea" Y así fue... una vez más puedo decir que PUDE.
Estoy orgullosa de mi, maravillada de lo que puede hacer el cuerpo de la mujer, la perfección de traer vida!
Me siento afortunada de toparme en esta vida con seres humanos de tanta luz como Frida y Mariana, mi obstetra, sin ellas esta experiencia no hubiese sido vivenciada de esta forma.
La cesárea es otra maravillosa forma de nacer, dice Frida, y ya lo creo que si.
Ivan es mi gran fortuna en esta vida, mi amigo,mi compañero, mi amor... el que está para apoyarme y darme ánimos.
El que hacía las "o" por segunda vez en el quirófano, mientras estábamos a minutos de conocer a Abby. Quien me acariciaba el brazo y me decía ya falta poco y cuando vió que estaba por salir, puso la canción de Coti "Tu nombre", que escuché y le canté durante todo el embarazo a mi hija. Él es y será incondicional para nosotros!
Puedo decir que atravesé la cesárea, Abby vino a enseñarme muchas cosas y entre ellas a recordame que podía una vez más con mis miedos.
Me despido con Abby dormida en mi pecho, su calor en mi cuerpo, con una sonrisa y tarareando
" ...y es así que todo vale todo y todo se termina, todo se termina, todo menos VOS."