Nacimiento de Camilo
El día miércoles 20 de Enero, a las 20:30 empezamos el trabajo de parto en un encuentro con Frida y Judith. Una situación que la vivimos como un buen augurio de lo que vendría. Estábamos terminando el encuentro, iba a ser nuestro segundo pujo!. Durante los ejercicios sentía que el “habitat del bebé” estaba en movimiento, pero estábamos en la semana 38, nunca pensamos que podía adelantarse la venida de Camilo. Al momento en que nos tocaba pujar, siendo los únicos que debíamos hacerlo, sentí necesidad de ir al baño una y otra vez. Con pudor le informamos a Frida que no podíamos pujar, por que empezaba a estar mojada de por un líquido extraño. Fue Frida, con toda la amorosidad y tranquilidad que la caracteriza, quien nos ayudó a comprender lo que estaba sucediendo en ese momento. No dejaba de preguntarnos ¿Qué es lo que creen que está sucediendo? mientras nosotrxs estabamos desconcertadxs y lxs presentes atónitos. No lo podíamos creer. Ella nos ayudó a tener la templanza y la confianza en nosotrxs mismxs ante lo que iba a suceder.
Al desconectarnos, llamamos a la partera y 5 horas después nació Camilo. Todo el trabajo de parto se desencadenó rapidísimo, enseguida las contracciones aparecieron y vertiginosamente llegaron a ser cada 5 minutos. Desde el comienzo las surfeamos haciendo la “O” o lo que saliera jajjaja, pero con la tranquilidad que cada contracción pasaría y daría un ratito para recuperarme. Con la tranquilidad adoptada, seguimos preparando la cena, eligiendo película. A las 22:00hs la partera nos dijo de ir al Sanatorio ante una pequeña perdida de sangre. Nos tomamos nuestro tiempo para hacer el bolso y dejar la casa en orden!! Llegamos a la clínica 23:30hs. Nos esperaba la partera (Vero Pla) y la obstetra (Mariana Rabinovich), ambas conocedoras y aprendices del método Kaplan. Quienes no se separaron de mi ni un instante desde entonces, tomándome la mano, acompañando con las mágicas “O”, tratándome con una dulzura única. En la clínica ya tenía 8 de dilatación! Pero el bebé seguía sentado. Por lo que terminamos pariendo con cesárea. Hasta que llegó el anestesista, con mi compañero y el team Mariana-Verónica estuvimos hermanadxs haciendo la “O”. Mi compañero dice que las O se escuchan en toda la clínica, mientras los camilleros me decían “respire” ajajajaja. Pero no les hicimos caso, dejamos fluir lo aprendido.
Camilo nació a las 00:57 del jueves 21, escuchando Aristimuño; lo vimos salir, llorar y enseguida me colocaron en el pecho. Fue hermoso todo ese proceso, queríamos conocerlo, sabíamos que era un nuevo comienzo de vida de tres.
Estamos profundamente agradecidxs, por que todo lo aprendido en los encuentros se encarnó al momento del parto, nos permitió transitar dolores y pudores, también anticiparnos a lo que iba a acontencer. Se nos hizo evidente que son herramientas que nos llevamos para la vida en general. Sin Frida, no hubiésemos podido sortear de la misma manera este proceso. Sin todxs lxs que compartimos esos encuentros, no nos hubiesemos animado a abrirnos como lo hicimos. Todo fue clave para conectar con mi compañero y con Camilo. Hermosa experiencia, que recomendaremos activamente explorar. Graciassssssss!