Nacio Nehui!!!!junio 2024!!!!

Se hizo larga la espera. Nehui nació el 10 de abril (en la semana 41 y medio) luego de haber pasado varias etapas. La fecha probable de parto era el 30-03-2024. Llegada la semana 40 hablamos con la obstetra de los tiempos de espera y de los pasos a seguir. Él y yo estábamos bien. Sus controles venían bien y yo me sentía bien, pero a la vez la obstetra quería moverse en un marco de seguridad y no correr riesgos.
Finalmente fuimos atravesando todas las etapas e intervenciones, siempre en un marco de respeto y consenso con el equipo de obstetra y partera que elegimos. Llegada la semana 40 me hicieron tacto, me desprendieron un poquito las membranas porque al parecer tenía poca dilatación y el útero estaba muy atrás. Yo me iba entregando a cada paso, a cada situación. Quería que Nehui naciera y estaba preparada para que fuera lo que tuviera que ser. Durante los últimos días fuimos haciendo los controles en casa con la partera, los monitoreos de los latidos, los tactos, las conversaciones preparatorias de un nacimiento que no sabíamos cómo iba a terminar siendo. Luego de intentar con inducción en casa y que no funcionará, se empezó a plantear la opción en Sanatorio. Finalmente me interné para la inducción con oxitocina en hospital porque la inducción en casa no hizo efecto. Decidí no ponerle racionalidad a esa situación y simplemente aceptar y seguir adelante con los siguientes pasos. Tenía miedo de la cesárea por su post operatorio, pero no tanto por la intervención en sí. Se lo manifesté en un mensaje a la obstetra y partera. Y en una conversación con la partera en casa ella me dijo que la cesárea no solo era otra forma de nacer, sino también de parir.
Llegamos a las 7am al Sanatorio, a eso de las 10am empezó la inducción por goteo y recién cerca de las 15hs empezaron las contracciones de parto. Antes de eso, había contracciones, pero eran muy suaves o no las sentía. Fuimos aprendiendo como identificarlas y cómo contarlas. En un momento fisuré bolsa y ahí empezaron a ser más intensas y rítmicas. Las contracciones necesitaban mi plena presencia, de adoptar posiciones diferentes para transitarlas, Feli estaba ahí, acompañando cada una de ellas. La emisión de la O y la A, estuvieron presentes en todo momento. De la pelota a cuatro patas, del baño a la sala, me iba moviendo por la habitación, buscando atravesar las contracciones y transitar el dolor. Me alegro que eso haya sido posible. Habrán sido entre tres y cuatro horas de trabajo de parto intenso hasta que llegó la obstetra. Me hizo tacto y la dilatación seguía siendo poca, no se mostraban muchos cambios. La obstetra empezó a acompañarme en las contracciones de una manera muy amorosa y contenedora. Con la pelota y en cuclillas, yo me abrazaba a ella para transitarlas. Me sostenía, me hacía masajes, me tocaba puntos en el sacro para que fueran más livianas. Llego un momento en que sugirió ir al quirófano y probar con la peridural porque a veces eso ayuda a relajar el útero y dilatar. Cuando llegamos al quirófano nos estaba esperando la anestesista. Había mucha luz, hacia frio, empezó a entrar gente. La obstetra y partera me advirtieron de esto antes de entrar. Mi entrega era total. Todo se fue dando en un marco de mucho cuidado y respeto. Esas mujeres poderosas y amorosas al lado mío me daban tranquilidad, me sentía cuidada. Me dieron la peridural... en un breve instante el dolor de las contracciones desapareció. Sentí alivio. Luego de unos minutos, volvieron a conectar el goteo de oxitocina, Feli puso música, bajaron las luces, pedí que me acercaran lavanda a la nariz... Todo eso duro poco, volvieron a hacer tacto y todo estaba igual. La partera y obstetra se miraron y se planteó la cesárea. Explicaron por qué. Con Feli aceptamos. Ya llevábamos casi 12hs de internación y el parto vaginal parecía no estar siendo posible. Todo fue muy rápido, la obstetra dio la orden y enseguida comenzaron a preparar la sala para la cirugía. No tenía miedo, quería que Nehui estuviera en mis brazos de una vez por todas. Todo fue rápido. La obstetra me dijo que puje y Nehui llegó. Me emocioné, le dije “hola Nehui, ¡por fin!” Se quedo en mi pecho hasta que me cocieran. Luego se fue con Feli a que lo pesaran y lo vistieran. No sé cuánto duro todo eso. Perdí la noción. Nehui se quedó en mi pecho toda la noche, no pude dormir. No quería dormir. Estaba pasada, de emoción, de cansancio, un sin fin de sensaciones. ¡Ahora aquí estamos, conociéndonos y adaptándonos a la nueva vida de tres! Muchas gracias Frida por tu acompañamiento fue clave para que pudiéramos atravesar cada etapa con entrega y confianza en nosotres y en nuestro equipo.