Cien mujeres. Cien historias
Revista Sophia,de noviembre: "100 mujeres sorprendentes", homenaje a 100 mujeres que viven en distintos lugares del mundo. Cien maneras diferentes de construir, de hacer, de soñar un mundo mejor. Para este número especial, nos propusimos presentarles un dossier único de mujeres únicas. El desafío fue enorme. ¿Cómo seleccionarlas? ¿Las más famosas? ¿Las más destacadas? ¿Aquellas que contribuyen a la ciencia, al bien, al arte? Después de hacer listas y listas con nombres de mujeres de todo el mundo, y de todos los ámbitos, elegimos aquellas que producían en nosotras algo sencillo y simple: inspiración. Algunas son visibles; otras, invisibles para la mayoría. La selección no responde a ningun ranking ni valoración. Simplemente, son mujeres que se animan, que modifican su realidad mientras mejoran la de su entorno, que ven el mundo a través del arte, que sanan con palabras o sólo se divierten con ellas, que comparten su sabiduría o admiran la sabiduría de otros, que descubren que el cambio es posible y salen a buscarlo. Son mujeres que viven como piensan, se apropian de su destino, se atreven a grandes cambios, reescriben su historia y todos los días dejan huella. Un simple homenaje a éstas y a todas las mujeres que día a día aportan lo suyo para construir un mundo mejor. FRIDA KAPLAN NACER DE LA MANO El primer bebé al que se le aplicó eutonía al nacer fue Jonathan, el nieto mayor de Frida Kaplan, que hoy tiene 20 años. La eutonía consiste en prestar atención al mecanismo que se pone en marcha cuando nuestro cuerpo ejecuta una acción. Frida había comenzado a estudiar eutonía cuando todavía trabajaba como actriz porque pensaba que estas técnicas la ayudarían a mejorar en la actuación. Hasta entonces, esta disciplina no se aplicaba especialmente en los nacimientos. Sin embargo, cuando la hija de Frida tuvo su primer parto, la presencia de la flamante abuela fue clave: con sus ejercicios de eutonía y su contención se evitó una cesárea. A partid ese día, Frida se despidió de la actuación y se dedicó a dar clases y escribir libros para embarazadas. Frida perdió su primer bebé cuando tenía dos meses de vida. Para ella trabajar con bebés es vivir el presente proyectando un mundo mejor. En todos estos años, son muchos los bebés que Frida ayudó